Para entender un poco esta entrada a mi blog, sólo hay que recordar una pregunta que seguramente muchos de nosotros nos la hemos hecho en algún momento de nuestra vida: ¿por qué la persona que queremos no está ahi para nosotros? la verdad es una pregunta a la que yo ya le perdí el interés, simplemente las personas vienen y van, hay unas llegaron por un corto periodo a nuestra vida y debemos aprender dejarlas ir con la mejor de las vibras y otras, que llegaron para quedarse, darles el lugar que merecen y sobre todo valorarlas y disfrutarlas al máximo.
En lo personal, soy una persona que siempre ha estado rodeada de mucha gente, que le encanta conocer gente de todo tipo, de todos lados, bien dicen que soy "ajonjolí de todos los moles", cosa que me ha servido para ampliar mi visión acerca de la sociedad con la que convivo día a día.
Es sumamente necesario que tengamos los ojos bien abiertos y un corazón, en cierta forma, protegido, ya que uno nunca sabe que pueda pasar en cada historia que día a día escribimos para formar el libro de nuestra vida, pero por supuesto que eso no quiere decir que vivamos con miedo y bloqueados a conocer nuevas personas, ese tan conocido "miedo a vivir", total, si te caes te puedes volver a levantar y lo mejor es que ninguna historia se escribe en vano, sino que cada una de ellas, está llena de experiencias que nos formarán como personas que enriquecidas con tanta vivencia, nos hará sacar lo mejor de nosotros.
Día a día tengo el placer de conocer a nuevas personas o simplemente de conocer más a las que ya están dentro de mi vida y realmente uno nunca sabe cual de esas personas pueda ganar nuestro corazón, por eso nunca hay que dejar de sonreir, hay que dejar de vivir en el pasado o de estar pensando siempre en un futuro incierto, sino que tenemos que vivir al día con las personas que están enfrente de nosotros, que luego por nuestra poca fuerza para dejar el pasado, las dejamos ir.
Nunca hay que olvidar que hay personas que por más que queramos no están ahi por nosotros, se que es díficil aceptar una realidad que nuestros ojos necios no quieren ver, pero eso se le llama madurez, aprender a dejar ir y permitir la entrada a esas personas que están tocando a nuestra puerta para permitirles la entrada a nuestra vida y tal vez a nuestro corazón.
En lo personal, soy una persona que siempre ha estado rodeada de mucha gente, que le encanta conocer gente de todo tipo, de todos lados, bien dicen que soy "ajonjolí de todos los moles", cosa que me ha servido para ampliar mi visión acerca de la sociedad con la que convivo día a día.
Es sumamente necesario que tengamos los ojos bien abiertos y un corazón, en cierta forma, protegido, ya que uno nunca sabe que pueda pasar en cada historia que día a día escribimos para formar el libro de nuestra vida, pero por supuesto que eso no quiere decir que vivamos con miedo y bloqueados a conocer nuevas personas, ese tan conocido "miedo a vivir", total, si te caes te puedes volver a levantar y lo mejor es que ninguna historia se escribe en vano, sino que cada una de ellas, está llena de experiencias que nos formarán como personas que enriquecidas con tanta vivencia, nos hará sacar lo mejor de nosotros.
Día a día tengo el placer de conocer a nuevas personas o simplemente de conocer más a las que ya están dentro de mi vida y realmente uno nunca sabe cual de esas personas pueda ganar nuestro corazón, por eso nunca hay que dejar de sonreir, hay que dejar de vivir en el pasado o de estar pensando siempre en un futuro incierto, sino que tenemos que vivir al día con las personas que están enfrente de nosotros, que luego por nuestra poca fuerza para dejar el pasado, las dejamos ir.
Nunca hay que olvidar que hay personas que por más que queramos no están ahi por nosotros, se que es díficil aceptar una realidad que nuestros ojos necios no quieren ver, pero eso se le llama madurez, aprender a dejar ir y permitir la entrada a esas personas que están tocando a nuestra puerta para permitirles la entrada a nuestra vida y tal vez a nuestro corazón.
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